Textura: agua y roca. Volarela
UNA PALABRA
Si alguna vez las palabras, que suelen jugar de tu boca a la mía, caen en agujero helado, y se nos paralizan los dedos al sacarlas.
Si alguna vez huelen a agua infectada, o a pueblo arrasado, a sacrificio de bueyes... Acuérdate, hermano de mi alma, de algo:
Siempre perdura una pequeña palabra, escondida en estas comisuras que rieron tan juntas...;
Siempre perdura una pequeña palabra, escondida en estas comisuras que rieron tan juntas...;
una palabra que fue amasada entre los dos con polen de flores.
Se puede rescatar escupiendo el amargo cieno embozado en nuestras bocas.
Se puede rescatar escupiendo el amargo cieno embozado en nuestras bocas.
Se puede.
Porque esa palabra sigue viva, y late cual semilla bajo un gélido glaciar.
Porque esa palabra sigue viva, y late cual semilla bajo un gélido glaciar.
Sólo hay que lanzarse por la grieta,
hacia ella,
y ascender con ella,
por ella.
Porque esa palabra es...
Porque esa palabra es...
nuestra
promesa.