VIOLÍN
En la convulsa lava de mi alma,
entre eucaliptos partidos,
naces tú,
violín,
irradiando melodías a un lado y otro de mi sangre.
Hermanado con la voz del universo,
aras mis campos con tus uñas de sueño,
y crean lirios mis páramos de fiebre.
Te oigo por las esquinas
chorreando gloria.
¡Te oigo,
desde todos los tiempos!
Vienes a mí....
y un fragor de cisnes salvajes
atraviesa mi corazón.
Suena, canta, vibra, grita
tu choque de infinitos.
¡Silencio!
Has alcanzado mis células...
Tu música resuena y las moldea
con lenta curva
de galaxia.
Que todo desaparezca.
Que quede sólo
mi eco de ti,
agudo,
tallado en el aire,
como la finísima caricia
de lo eterno.
.
Volarela, 2012
Versión con voz:
©Volarela